domingo, 1 de abril de 2012

Qué cosas...

Pues, no sé...jornada hospitalaria, la de hoy, la de ayer, la de antes de ayer, la de mañana, la de pasado mañana y quizás la de los próximos días.
Qué cosas...
 Victoria, 92 años y un cuerpo que se desgasta, que se consume , que se arruga y se repliega, y en cambio qué lucidez...Consciente de su circunstancia...
Pero sus ojos...cuanta tristeza y resignación, apenas si dos lágrimas contenidas ante la decrepitud de ese cuerpo que no acompaña, ante la certeza de la muerte, eterna compañera a la que negamos asiento, y a la que poco a poco vamos cediendo sitio hasta colocarla en asiento preferente, esperando, con los años ya vividos, con la vida compartida y ahora ya en soledad...
Qué cosas...
Antonia, 72 años, vecina de cama de Victoria, cuerpo cansado ya de tantas batallas al igual que su alma...
Consciente de su circunstancia...
En sus ojos...aceptación, y en su empeño lucha...como toda su vida...corriendo de pasajera en una moto que no conduce, huyendo de la muerte, que le pisa los talones...En  sus ojos, tal vez ya cansados, no sé ve ese destello infantil y picaron de haber escapado de una buena...
Qué cosas...
Podría enumerar uno tras otro, para llegar a ninguna conclusión, para disertar sobre la vida y la muerte, sobre que diantres hacemos aquí, pero el cansancio y el hecho de que no encuentro respuestas me apabullan el entendimiento, así que lo mejor será descansar.


 Descansar, como la luz al atardecer...

Montserrat


4 comentarios:

Elchiado dijo...

qué hacemos aquí, buena pregunta, aunque no suene demasiado original. Tú, de momento, parece que eres capaz de reflejar el brillo de ojos ajenos, cansados, y hallar en ellos señales y chispas de belleza, quizá no te parezca suficiente, quizá sea más noble y más util que otras muchas miradas que sólo ven ahí donde miras unas vidas acabadas que nada tienen que ofrecer. sincero, -por tu sinceridad misma- un abrazo, y feliz semana.

Anónimo dijo...

Y ahí estás en un proceso ajeno, frente a tu propio proceso; reencontrandote con tu dulzura a través de la mirada del otro, con el amor que eres capaz de dar y de darte (inmenso...).
Sé compasiva contigo y date permiso para experimentar, sin juzgarte . Solo quiérete en lo que vales .

Pausa dijo...

Gracias por leerme!

Pausa dijo...

Sin palabras me quedo, gracias!!!!