lunes, 18 de junio de 2012

Calendario de Luna. Inflexión III

Mientras Raúl contemplaba con recelo el cambio de María, ella se adentraba en una nueva experiencia....

Naturaleza Mágica en la Sierra ...

  

Después de cavilaciones mentales, por fin tengo el valor de hacer algo que me seduce, el contacto con la naturaleza, ese contacto que tanto ansío.
Todo listo… y el trabajo será desprenderme de cosas innecesarias!!!!!. Aquí, en el pueblo llueve, y a pesar de que me gusta sentir el olor a lluvia, sentir como caen sobre mi cara las gotas…. Otra cosa distinta será aguantar  un aguacero toda una noche ( uno de mis tantos y pequeños temores). Es una de mis dificultades: mojarme!!! Con toda sus connotaciones tanto a nivel físico, psicológico y humano. Siempre, hasta ahora he rehusado implicarme en exceso en cosas, hechos, y personas,  ¡vaya!.... que no me mojo! Veremos lo que sucede con el tiempo estos días, falta un día y el tiempo sigue igual, me mojaré…¡A ver que siento!
¿Cuáles son mis demonios? La ira, el miedo, el sexo, el orgullo… mi mayor miedo ¿es hacerme responsable de lo que realmente quiero? Aun a sabiendas de que puedo sentirme no querida, separada, alejada. ¿Y si todo es una ilusión…? El esfuerzo por eliminar mis demonios hace que estos sean cada vez más reales.
¡¡¡¡¡¡NO LUCHAR!!!!!
<<AMA A TUS ENEMIGOS>>
Mi mayor enemigo soy yo misma.
Y si Amar es respetar,  es aceptar, es atender, es proteger, es responder y comprender…¿Cuál es mi trabajo? Abrir el corazón a mis demonios, aceptando mis emociones negativas, con la aceptación y la naturalidad de lo que es, reconociendo mis limitaciones y mis debilidades, viviendo el aquí y el ahora.
Y si somos como una mota de polvo en este infinito universo ¿tiene importancia lo que hagamos o no?
Siento que la verdadera espiritualidad es una afirmación de la vida, sin falsos moralismos. El AMOR es la única prueba de moralidad. ¡¡¡¡Dios que difícil!!! Este podría ser el sentido de la vida, pero creo que todavía no es de naturaleza humana, tal vez se pueda sentir alguna vez de vez en cuando, pero no todo el tiempo ( es así como yo lo siento y es ahí mi trabajo). Y son esos momentos los que de alguna manera todos ansiamos, momentos de una perfección absoluta, en donde nos sumergimos o nos elevamos en el sentimiento de inclusión de unicidad, de ser uno con todo.
Todo listo, tengo un nudo en mi plexo solar y en mi garganta! Respira…respira… respira… Ya echo de menos a mi gente, a mi familia, amigos, lugares…
Intento preparar mi presentación…¡qué ridículo! lo que surja, así será… ¡otra vez mis bloqueos!
¡Ya he llegado! Primera experiencia: conocer gente nueva y “ enfrentarme” con tranquilidad, respirando, respirando, respirando…
Hemos iniciado el curso con una meditación, intentando conectar con nuestro animal de poder ¿cuál es el mío? Se me ha acercado un oso, luego un elefante, después un petirrojo, luego un camaleón, o era una lagartija…¡no sé! Luego una ardilla. No he conseguido saber cual de ellos era, aunque el oso aparecía ante mis ojos sin hablar, podía sentir su aliento. Después cuando he visto al camaleón o lagartija he sentido un calor intenso e interno en todo mi cuerpo . ¡Veremos!
Después de la meditación hemos preparado el temazcal, que ha sido muy interesante, después el trabajillo del fuego me ha servido para conectar conmigo misma, la visión de las llamas, de las brasas, del fuego me ha tranquilizado muchísimo. No sabía si podría soportarlo, me he puesto nerviosa nada más entrar pero he conectado con <<mi  Yo Soy>> de tal manera que incluso me he sentido en el útero del universo, dando las gracias a la vida, por permitirme vivir de nuevo, por renacer a la vida, por formar parte de la vida, ha sido bonito. Luego el baño ha sido purificador. La segunda entrada ha sido más dura, el calor era insoportable, quemaban las entrañas, pero ahí estaba yo… sintiendo ese calor, ese desprendimiento de líquidos, esa limpieza, me he convertido en el calor mismo, el  fuego mismo Y otra vez al agua… mi cuerpo se ha vivificado.
Al día siguiente hemos visitado una cueva enorme, he tenido diferentes sensaciones, la belleza de enfrentarnos al útero de la madre tierra ha sido sobrecogedora. Doy las gracias por la entrega de todos y cada uno de los componentes del grupo al ayudarme iluminando mi camino, dándome compañía.
Al final del trayecto “ El gran altar”, de una belleza simple, natural, tal cual, me he sentido hermanada con la humanidad, me sentido parte y todo de la tierra… y he llorado, lágrimas profundas de sentimiento, de algo que procedía de la más absoluta profundidad, ya no mía, sino de la tierra misma.
Después al salir de la cueva me ha impresionado el calor que he sentido,  ya era de noche. Después de la cena nos hemos dirigido hacia Assabru. Vaya caminata…Aquí los horarios típicos no existen, el tiempo no existe, vivimos el momento, aquí y ahora.
Caminar en la noche oscura, con alguna que otra gótica al principio ha sido divertido, las dos filas y el mantra que salía de nuestras voces y ala… al monte…. El cántico del grupo y el propio ayudaban a seguir adelante, y nuestra marcha se convertía en una paradoja, en un sin sentido, pareciera como si camináramos hacia atrás. Luego y en varias ocasiones mis compañeros de caminata parecían enanitos saltarines, cada uno de ellos a través de sus movimientos indicaban una peculiaridad: el juguetón, el saltarín… Ha sido divertido, cuando el cuerpo, La mente se negaban a seguir, el grupo y los cánticos estaban allí para superar el bache, para seguir adelante, ha sido una experiencia estupenda, la he disfrutado muchísimo, vaya ¡que me ha encantado! Incluso cuando en medio del trance pisábamos los charcos del camino, ha sido genial.
Por fin llegamos, pero…ahhh!!!! Ahora venía otra dificultad: dormir sola en medio del bosque. Mis pies me han llevado a una explanada desde donde se veía un cielo estupendo, las estrellas eran muchísimas y la noche parecía despejada, no llovería. Eran las cinco de la mañana, habíamos caminado cerca de tres horas en la noche y otras tantas bajando y subiendo la cueva, así que ahora tocaba descansar.
Lo cierto es que me dormí un poco inquieta. Y justo cuando empezaba a caer en ese estado de estar y no estar algo cayó en mi tripa, de mi voz, extrañamente, salió  un grito y mi mente hizo el resto. El miedo se apodero de mi, los golpes en el suelo se sucedían, incluso llegue a sentir la respiración de algún que otro animal, se me heló el corazón y no pude mas, recogí mi petate y …ala…a la búsqueda del campamento base… pero pare en un descarpado, empezaba amanecer y veía las nubes bajando la montaña, esas nubes se convirtieron en una leona que se transformo en un reptil, en un dragón enroscándose sobre si mismo para luego convertirse en una lagartija.
Estando ahí, contemplando las nubes, la montaña, el cielo, la vegetación, me tranquilice, vi la silueta de alguien durmiendo, eso me dio valor para seguir. Los sonidos se sucedían, pero el día iba clareando así que me senté a contemplar como amanecía, sonidos extraños venían a mis oídos, y de la penumbra, de las sombras del haya que tenia en el acantilado aparecieron un par de lirones, pequeños, de color ocre, sus ojuelos negros me miraban, no sé quien tenía más miedo… Uno de ellos se me acerco, lastima no llevar encima las nueces, porque creo que se hubiera acercado más.
Después de esto, di las gracias y me dispuse a enfrentarme de nuevo a la situación, ahora si… En  un estado de ensoñación vi entre la penumbra de los dos arbustos que tenia a un lado, y a través de una preciosa tela de araña, vi dos siluetas de elfos, uno de ellos sentado en una rama observándome, la otra en una actitud más reservada, al fondo el bosque, ese bosque azul que solo se ve en los cuentos.
Me vuelvo a dormir y al rato de nuevo unos sonidos extraños me despiertan, me incorporo un poco y justo enfrente mío un carnero mirándome de frente. Por espacio de unos 20 segundos nos hemos mirado hasta que he optado por estirarme de nuevo, el se ha alejado y yo le he seguido con la mirada hasta que antes de desaparecer ha hecho una última mirada hacia donde yo estaba. Luego he seguido durmiendo, sintiendo como el sol iba subiendo, como iba calentando. Por fin había acabado la noche.
Hemos visitado un bosque de rocas precioso, allí mismo, todas cubiertas de musgo, era increíble…de una preciosidad absoluta.
Luego Oyim nos ha llevado a un sitio especial, curiosamente el balcón donde yo había estado con los lirones, donde había dormido y que tenía que ver con el Medioevo. En fin, luego al escarpado, yo no he pasado, ha podido mi miedo a caer al vacío. De momento es una de mis tantas limitaciones….
Hemos vuelto a por los coches…que trayecto tan precioso, camino de vuelta, o simplemente camino. Las charlas, pequeñas pero intensas con los compañeros de viaje han sido edificantes. Y al final… Marisa nos esperaba con un pedazo de sandía, que ni los mismos dioses…
Después al río, a limpiarnos, que agradable, el sonido del agua fluyendo, el frío, el frescor en mi cuerpo, ese fundirme con el agua a momentos, y por fin:
¡¡¡¡MAGIA!!!!
Una libélula azul-verde irisada preciosa. Hemos contactado, imagino gracias a Marisa. Se ha ido acercando poco a poco hasta la rama más próxima, se ha girado y sus diminutos y múltiples ojos me observaban,  nos hemos comunicado. En un momento se ha posado en mi cabeza, casi como saludándome y luego ha levantado el vuelo. Se ha posado en otra rama, y en otra y en otra. Después de un rato de invitarla a acercarse a mi de nuevo y debido a mi impaciencia ha levantado el vuelo. Ha sido un encuentro mágico.
No sé a qué hora hemos comido , pero tampoco importa, me estoy alimentando de la más pura energía, de la naturaleza, esto es precioso.
Después nos hemos ido a la zona de Tacuciviri. Qué maravilla.
La cueva de Hermes y Nina. No sé que me ha pasado allí. He sentido la necesidad de coger piedras, una de ellas tenía inscripciones muy sugerentes, y me he sentado a observarla.
He empezado a ver caras extrañas, primitivas al principio, pero todas muy sarcásticas, violentas, agresivas y he sentido una pena enorme, una tristeza indescriptible, me dolía el pecho y he llorado. He parado esta visión por un momento para recuperarme, pero luego he seguido mirando y he vuelto a ver mas y mas violencia, batallas con espadas, con lanzas, gestos violentos, agresivos y he vuelto a llorar.
La verdad es que es un sitio especial, es mágico
Esta noche toca la zona de las encinas. Miyo nos ha explicado el trabajo a hacer. Decido que mi tema va a ser la ira, la agresividad.
He cogido mi saco y… ala… a elegir mi encina, era grande, enorme con hendiduras en su tronco, como cicatrices de batallas pasadas, un poco inclinada hacia el norte, quizás un poco lúgubre. No he recordado preguntarle su nombre, pero si le he pedido ayuda para encontrar las respuestas, le he dado las gracias por soportar las miserias que le iba a echar. He empezado mi danza, rodeándola hacia la izquierda con la sonaja y con mis preguntas, mis enfados y mis palabrotas. Ha surgido mi relación con mi hijo, Diego. Pero en un momento dado he visto una sombra en el camino, en unos arbustos que me ha sobrecogido, porque no es la primera vez que la veo, sé que es la muerte, me ha observado y yo he sentido como todo mi cuerpo se paralizaba, tanto así que me he agarrado a la encina muy fuerte y sin poder caminar, sin poder ni siquiera a la cara de esta, mi sombra. Cuando por fin he podido tranquilizarme he continuado girando pero la sombra seguía ahí, he seguido girando con un susto terrible, pero he seguido, no sé por cuanto tiempo, en este trance me he permitido pedirle ayuda a mi compañera la encina. Una de las veces he posado mis manos en su tronco a la altura de mis ojos y me he quedado mirándolas, entonces mis dedos se han alargado y estrechado, como unas garras, me he sentido fuerte, consistente, pesada, poderosa, pero a la vez esta sensación me ha abrumado. Sé que la encina ha querido transmitirme algo sobre mi animal interior, pero supongo que todavía me he de dar un tiempo. Le he agradecido su ayuda y me he metido en el saco, eso sí, lejos de mi sombra. Le he pedido que me diese respuestas en mis sueños.
Y he soñado con Diego, y lo he visto de adulto incitándome a coger una flecha, cuando por fin lo he hecho, todo ha pasado deprisa, me he convertido en alguien muy, muy agresivo, sanguinario incluso. Cuando me he despertado tenía un dolor de cabeza terrible y antes de salir a realizar la nueva actividad he explotado a llorar. Mi control empieza a decaer.
 Oyim nos ha llevado a una zona un poco mas agreste, con una roca impresionante, que según dice se aguanta por una piedra tan pequeña como un garbanzo, dentro hay una pequeña sombra y allí nos metemos, nos explica el trabajo a hacer, cae un sol de justicia, deben de ser las 12 hora solar..Primero hemos hecho un ejercicio de visualización de sombras. Ha sido maravilloso, como en un sitio tan escarpado he visto la entrada a un templo precioso, frondoso y verde, de ese verde mágico de los cuentos de hadas y elfos. En la entrada había alguien esperándome y en el camino hacia el interior había más seres que también tenían una actitud expectante. Eran unos seres que me transmitían paz y seguridad. El segundo trabajo a hacer era taparnos los ojos y caminar siguiendo el tambor, hemos de confiar en nuestros pies y nuestra barriga, caminando con el plexo solar.
Ha sido interesante, por un momento mi dolor de cabeza ha desaparecido y he intentado estar atenta a las sensaciones. Me he arañado las manos, los brazos y las piernas, y me he dado cuenta de que tengo que  enraizarme , conectarme más a la tierra, utilizo excesivamente la parte superior, las manos.
Cuando la actividad ha acabado me he encontrado, nos hemos encontrado en la cumbre de la colina, en donde la vista era magnifica, el viento sobre mi cara ha sido agradable, mi cuerpo se ha estremecido, hemos ofrendado las piedrecicas que nos habían guiado hasta este pequeño y entrañable altar de agradecimiento a los cuatro elementos.
Luego hemos bajado al río a comer, después tocaba el trabajo de vigilia…Ya llevo dos noches de vigilia, pero…
 ¿A dónde voy yo? Pues no lo sé,  ¿me da igual? O simplemente no me atrevo a exponer lo que realmente quiero. Uno de los motivos de hacer este curso fue estar, conocer, vivir el nacimiento, las cascadas del río Arrederu. Me he ofuscado, he creído que las compañeras que lo pedían se lo merecían mas que yo., así que no he abierto la boca. Mi indecisión me ha matado y no he hecho el trabajo como debía. ¿qué es lo que juzgo en determinadas personas y que yo misma me he de trabajar?
Supongo que es más confianza en mi misma y aprender a decir no.
 Cuando ya había oscurecido hemos ido en busca del hayedo, hemos pasado por infinitud de ellos, bosques con hayas pequeñas, bosques con hayas medianas, bosques con hayas enormes, pero no eran estas las que buscábamos, estábamos a la falda del escarpado , así que hemos vuelto atrás, volviendo nuestros pasos, cada vez se hacia la noche mas cerrada, así que decidimos dejar de buscar a los compañeros, y nos adentramos en un bosque, Gonzalo coge su petate y se va. Me dejo arrastrar por mi miedo y por otros miedos….
Al final me veo durmiendo en el coche. He pedido perdón al bosque, he sentido como que lo estábamos profanando y he decidido salir de allí, he recorrido unos metros hasta la verja, hasta la entrada al bosque, al lado de unas hayas enormes. Allí le he pedido permiso y le he pedido perdón por no tener el valor de trabajar lo que tenía que trabajar y me he dispuesto a dormir. O eso creía yo, porque estaba en un estado de somnolencia, he soñado con Gonzalo, él atravesaba el camino con el coche, sin dejar que la grúa enorme que había delante le impidiera el paso. Después he vuelto a ver ese espectro de la muerte rondándome, esta vez me he acercado a ella, y la he mirado cara a cara, ¡sorpresa! Era yo misma. Supongo que yo misma me limito, que el ego me puede, y que de alguna manera tengo que aceptar este hecho, y transmutar ese sentimiento implacable en el que boicoteo constantemente mis deseos, en los que pierdo mi poder, mi dignidad y dejo de ser yo misma. Esto enlaza con mi problema de autoconfianza, he de aprender a decir “NO”, ha ser más valiente y atreverme a hacer y a ser quien soy.
Ya en el río cuando hemos echado unas palabricas y cada cual ha explicado su experiencia, me ha parecido digno de observar la actitud de una chiquita, ha sido enternecedor ver y oír su llanto inocente y dulce de quien no tiene tristezas. Qué paz y que compañeros tan estupendos. Me ha tocado hablar y Oyim ha metido el dedo en la llaga, me ha metido caña y ha acertado al decirme que debo recuperar mi poder, saber lo que quiero y responsabilizarme de ello.
“las hayas habían desaparecido” jua jua jua. Bueno casi lloro, pero me he contenido.
Estando allí, escuchando las maravillosas experiencias de cada uno de ellos, una culebra ( un vidriol) estaba justo debajo mío, entre mis piernas. Me he movido despacio y he intentado tocarla con un único dedo, mientras Oyim decía: Tráela, cógela…je je je , en cuanto la he tocado se ha ido muy deprisa, se han levantado varios  pero el bichejo, por suerte se ha escapado. En fin, luego a comer y rumbo a la casa.
Hemos comido juntos, dos casitas ambulantes (coches) en las que íbamos : Helena, Gonzalo, Julio José, José, Margarita… bueno hemos echado unas carcajadas con el temas de las hayas desaparecidas que a mi me ha desbloqueado.
Llegando a la casa, cánticos de nuevo preparación del temazcal. Habían unas planticas, unos bambúes, unos árbolicos, una palmera….que estaban sequicas de sed, así es que las he regado. Oyim sabe ordenar y es un buen organizador así es que enseguida a mandado a unos cuantos desembrozar las plantas y a montar un pequeño altar. La pira con “las abuelitas” ya estaba hecha.
De repente y a pocos metros Oyim ha encontrado una serpiente venenosa, una cornuda, se le ha escapado, no era plan de cogerla por la cola, ya que son muy venenosas, era negra, solo le he visto medio cuerpo.
Y al final del día el temazcal. No sé como expresar con palabras todo el apoyo y aceptación que he recibido del grupo, de Helena, de Gonzalo, de Manuel,, de Alfonso, de Julio José, de Jorge, de Miriam, de Luis, de Turquesa, de Paco, de Alfonso, de Jorge, de Soledad, de Marisa… y de todos los que ahora no recuerdo su nombre pero que están presentes en mi corazón.
Ha sido una experiencia increíble y que sin duda dejará huella en mi, es mas… los golpes y arañazos me lo van a recordar.
Esta noche me dormí profundamente, pero en medio de ese sueño me he visto durmiendo en la litera y y como Oyim, Miriam, Cati, Marisa, Carina… intentaban hacerme entrar en mi oscuridad a través de cánticos y sonajas, intentaban que me reencontrase con mi animal de poder. Y en sueños yo deseaba que me dejaran en paz, ya lo encontraré….Poco a poco mi resistencia se ha ido esfumando y por tres veces ellos han realizado sus cánticos y sonajas ( pero yo no los oigo porque duermo). Ellos de vez en cuando decían: Ya!, parece que ya va! Sssttttsssss!!!!!
A todo esto , he visto la imagen de una especie de reptil con garras. ¡Ya averiguaré!
Y hoy toca despedida. Hemos ido al oratorio y hemos hecho una meditación y después las danzas… ¡QUE BONITO!!!
Estas son las palabras que resumen mi experiencia en este curso de Naturaleza Mágica:
QUE BONITO!!!!!!!!!!!! GRACIAS!!!!!!!!
27 de julio de 2006
María




5 comentarios:

esti dijo...

Vaya experiencia!!!

Pausa dijo...

jajajajaja ¿ a que sí?

Anónimo dijo...

No hay mayor valentía que la de enfretarse a los propios miedos,la sombra que nos acompaña siempre en el recorrido de la vida y que nos engaña mostrando sus mil caras.
María se decide a avanzar, adentrarse aún sintiendo el propio miedo , concediendose a si misma su propia libertad...

Anónimo dijo...

no puedes tener un dominio mayor ni menor que el que tengas sobre ti mismo EL AMOR lo vence todo,la adversidad es una oportunidad para madurar .- si aceptas que cometes errores no te haras prisionero de ellos y sacaras rigor para que no te dobleguen estos .- que mayor esencia es la aspiración al triunfo de la sabiduria y de la luz sobre el miedo y las tinieblas en su interminable busquedad de la verdad, traspasar el miedo, es descubrir, la luz,DIOS es la milagrosa belleza de la luz en el armonioso movimiento de los planetas .En la intrincada disposición de musculos y nervios, dentro del cuerpo humano , y en esa inexpresable obra maestra que es el alma humana

Pausa dijo...

Realmente es inexplicable la gran belleza del ser humano, con sus sombras y sus luces, descubrir todo un universo en el cuerpo y en el alma humana.
Gracias por comentar.