domingo, 10 de junio de 2012

Calendario de Luna .Inflexión I

Vaya....
¿Como  FIN?
¿Fin... fin...? vamos hombre...
Raúl aguanto el tipo durante la semana que María estuvo hospitalizada. Pero empezó a desprender de su alma una cierta neblina que con los años se iría convirtiendo en una gran tela de araña a prueba de embistes.
Se vio inmerso en una dicotomía sentimental, por un lado se vio solo con un niño de siete años, con casa propia, un trabajo que no le gustaba, pero una paga de viudedad que no estaría nada mal...si María hubiese muerto.
A pesar de sentir cariño  por María su vida con ella era tremendamente aburrida, la quería pero la idea de quedar viudo se había ido forjando lentamente en los entresijos de su alma sin darse apenas cuenta.
Y por otro lado volcó, todo lo que supo, en diseñar una imagen de si mismo que agradará a todos , especialmente a su madre, y porque no decirlo, a todas las féminas que revoloteaban a su alrededor, adolescentes, casadas, solteras y separadas.
 Sobre María se cernía una negra sombra y le hizo pensar que Raúl necesitaba salir al mundo, conocer gente, participar de la vida social...quién sabe los años que viviría. Estaría bien rehacer la vida sentimental de Raúl...
Y empujado por María, se apunto como colaborador en la escuela de su hijo, su talante aparentemente conciliador le valió para que poco a poco se convirtiera en uno de los vocales mejor considerados y con mas credibilidad de todos los que habían accedido a ser partícipes de la comunidad educativa. No en vano se fueron consiguiendo notables mejoras en la educación de los niños en donde Diego cursaba la Primaria: mobiliario nuevo, reestructuración del patio, menos alumnos por maestro, actividades extraescolares tanto para los niños como parar los padres, colonias familiares, charlas educativas con personas importantes de la educación... Aparentemente era el marido y padre perfecto...

 María, inexplicablemente, se fue recuperando. Y ella estaba agradecida, sentía que habían crecido juntos, habían pasado momentos difíciles en los que tanto ella como él habían dudado del amor que se tenían, pero ella había reafirmado su amor, como un mágico vínculo que le enseñaba lo bello que era vivir, lo mágico que era poder compartir su vida con Raúl y con Diego, y con esa diminuta personita, Claudia.
 María estaba regalándose, con total y absoluta confianza, incondicionalmente.
Y en su cumpleaños María le entrego esta carta a Raúl:

 Hola Raúl:
Ya ves, hoy, ahora , en este instante me dirijo a ti para decirte cuanto te admiro, para agradecerte estos años de vida en común y para decirte que me alegra haber crecido juntos.
Si bien sabes que hemos pasado momentos difíciles en los que yo dude de tu amor, incluso de mi amor por ti, ahora puedo decir que lo que siento por ti es amor, ese mágico vínculo que me enseña lo bello que es vivir, lo bello que es compartir la vida contigo, con Diego, con Claudia.
Poco a poco aprendo a aceptar incondicionalmente lo que soy, lo que eres, lo que somos y me gustaría trasmitir este sentimiento de seguridad a nuestros hijos, una aceptación incondicional, una confianza absoluta, y una gran atención a todos, a ti, a Diego, a Claudia, a mí.
Te das cuenta... no te estoy regalando nada, y en cambio te regalo otra etapa mas en nuestras vidas en común, te estoy pidiendo un nuevo compromiso conmigo, con nuestros hijos, contigo mismo. Te estoy pidiendo que renueves tu amor, que no caiga en la rutina, por que toca y es lo correcto, te estoy pidiendo que inviertas tu energía en un nuevo objetivo, ya estamos creciendo juntos, ahora toca hacer crecer a Diego y a Claudia.
Me alegro de haberte conocido, de haberte creído, de crecer contigo, y espero envejecer contigo día a día.
 Te Quiero guapetón


Pero  Raúl ya estaba lejos.
 Y María era sensible a ello. Empezó a darse cuenta el primer día que salio de cena con los delegados de curso de la escuela de Diego, ese día se perfumo, se arreglo, le pidió consejo sobre el vestuario y llego tarde, muy tarde...cansado, sin ganas de hablar, escondiendo la mirada entre las sábanas...
María se dio cuenta de su interés en intercambiar música con Paqui, una de las mamas con las que coincidía a la entrada de Diego a la escuela, y con la que poco a poco fue entablando una bonita amistad.
Raúl empezó a cuidar su panza, la que estos años de tremendo aburrimiento y cobardía había ido llenando en sus tardes noches delante del televisor comiendo pipas. Así fue como durante mas de un año se levantó a las seis de la mañana para ir a caminar... y empezó a cuidarse... a ir  semanalmente al masajista para descontracturar un cuerpo que empezaba a pasarle factura a su alma... o al revés las tensiones del alma que pasaban factura a su cuerpo. Participaba asiduamente de las reuniones semanales de la escuela, así como de las cenas y fistukis con mamis y papis de la junta, como también de las cenas de empresa y amigos.
Si alguna vez alguien cercano a María le reprochaba su ausencia en la casa él respondía con total y absoluto convencimiento, dando a entender que dada la precaria salud de María, y dado que  ella en su día también había dispuesto de tiempos personales para sus aficiones, era de justicia que ahora le tocará a él disfrutar con lo que a él le gustase.
Así fue como poco a poco Raúl fue trasmutando su apatía en renovado interés, sus incipientes canas lo hacían un hombre maduro y deseable... mientras, María hundía sus ganas  en la cocina.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido plenamente con Esti, ve convenciéndote y preparándote para "parir" un expléndido libro.
Pod Dios, Pili, Pilaríca, Pilarín... empieza a creer todo lo que vales !!

Un besote

Pausa dijo...

Che!!! y tu quien eres? Abrumada egstoooyyy!!! Gracias

raúl dijo...

me ha encantado, creo que relatas muy bien las complejidades sentimentales, las distensiones, cuando más cerca crees estar de una persona es desolador comprobar que ella se aleja cada vez más. todavía más dramático cuando has sido tú quien la ha empujado a salir, aunque sea con la mejor intención. todo en un escenario de recuperación vital, casi una resurección, que paradójicamente se torna en muerte sentimental. en definitiva, que escribes muy bien, me ha encantado, ya tengo ganas de leer más!

Anónimo dijo...

Vaya pregunta , pues quien voy a ser! (martes, kafelillo, etc...¿?)
Lo dicho, que si quieres yo te promociono pero empieza a pensar si el título sería el mismo que el del libro (no estaría mal)