viernes, 21 de septiembre de 2012

Calendario de luna. Inflexión X


Accidentalmente, como suelen ocurrir estas cosas, cayó en manos de María la cartilla del banco que Raúl había perdido, y cual fue su sorpresa cuando comprobo que Raúl había pedido un préstamo personal.
El drama estaba por fin al descubierto, Raúl lloro, pidió disculpas y explico a María el infierno por el que estaba pasando, su adicción a las tragaperras lejos de haberlas olvidado durante su viaje, al volver las había cogido con mas ímpetu si cabe.
María esos días reflexiono mucho, y se sintió culpable, sintió que no había sabido estar al lado de Raúl, sintió todo la desidia que Raúl había padecido, y olvido por un momento que no quería estar ya con él, se lo debía, ahora tenía que apoyarlo mas que nunca, se sentía en deuda con él.
Entendió toda las salidas de madrugada...entendió la manera compulsiva de comer pipas...entendió sus escapadas nocturnas, entendió sus reuniones de diables, entendió su apatía por todo lo relacionado con los críos, con ella, con el trabajo...
María pidió ayuda; durante un año estuvieron en charlas de terapia, conjuntas, individuales y de grupo. María se dedico a llevar absolutamente todo lo relacionado con el dinero(eso que había delegado en Raúl),controlando hasta el último centavo que caía en manos de Raúl, incluso lo que necesitaba para tomar un café.
Promociono las salidas de Raúl con los diables, le dio un voto mas de confianza, pero sus fuerzas menguaban, atender a los niños, atender la intendencia de la casa, atender todo lo relacionado con la limpieza de la casa, las compras, la estabilidad de unos y de otros, la inquietud por acrecentar nuevas experiencias, las ganas de aprender cosas, la necesidad de ampliar horizontes...María se olvidaba de sus necesidades,  la carga era demasiada y Raúl era cada vez mas el hombre ausente.
Y ... María por fin decidió que ya no quería vivir mas así, siendo la reparadora de sueños rotos, de los sueños de Raúl, quería vivir sus propios sueños...

_Raúl, esto no puede continuar mas, estoy harta, nuestra relación ya no funciona, estas siempre fuera, te implicas lo mínimo con los críos, estas viviendo una segunda adolescencia, y yo me siento sola, tu dedicas tu tiempo libre als diables, ¿donde quedamos tus hijos y yo?
_Me estas diciendo que deje als diables?
_ No, te estoy pidiendo una parte de tu tiempo con nosotros
_ Yo no estoy dispuesto a dejar nada de lo que estoy haciendo...

María callo, pero abrió la puerta del coche y salio, esta vez no lo acompañaría, Raúl enfadado le grito y ella por fin le dijo lo que tantos y tantos años se había negado:

_Raúl quiero separarme
_Y...¿donde me meto yo ahora? Fue lo único que Raúl acertó a decir.

María había tomado una decisión y sabía que no había vuelta atrás.





2 comentarios:

raúl dijo...

hay situaciones insalvables, cuando ya no nos quedan más cartuchos que quemar. nunca es triste la verdad, como dice el maestro, lo que no tiene es remedio. fantástico tema, una vez más.

Cristina dijo...

Hay personas que tiene la magia de convertir un día nublado en un día luminoso.
Cuando además te ofrecen esa magia, solo queda el agradecimiento y la admiración.
Va por ti hermosa!