domingo, 5 de agosto de 2012

Calendario de Luna. Inflexión VII

"Todo aclarado, interpreto tus silencios, interpreto mis vibraciones, observo, intento estar alerta y COMPRENDO.
Me he dejado llevar por tus palabras, qué bonito...en realidad has cumplido tus expectativas, las mías están todavía por ver...en realidad buscaba una amistad, hablar con alguien sobre el sentido de la vida...¿serás capaz de llenar mis expectativas ? o finalizamos ya.
Tu compañera es preciosa, el mío también. ¿qué es lo que siento? Y empiezo a entender mi desazón, mis hormonas alteradas, inicio un proceso premenopausico. Todo mi cuerpo se estremece, tiembla, vibra, cae, se levanta en un cambio sin fin, en un ir y venir continuo. Ahora estoy triste, ahora estoy feliz, ahora me muevo, ahora estoy paralizada...ahora sí, ahora no...y en medio de todo esto... tú, sin ti...y ¿como te siento? ¿dueleeee!!!! y no lo sabes, mis brazos, mi pecho, mi espalda se estremecen...presión en mi garganta...y lágrimas que no brotan...y que bañan mi alma, mi respiración profunda se llena de esta sal..." ..."y una palabra tuya bastará para sanarme..."
Y tú mi pequeño mandarín, ¿donde me colocas, en qué situación me dejas? me atormentas, me hieres, me aniquilas, me invades, me prohibes, me chantajeas....SOCORROOOO!!!!
No entiendes, te necesito y necesito saber que no te hago daño, dejame quererte, pero no limites mi amor."

María intentaba una y otra vez comprender lo que le estaba sucediendo, hasta que por fin rendida, dejo que la vida fluyera a través de ella, dejo de contenerse, de anularse, de atormentarse, y decidió Vivir.
Eran tantos los años en los que no se había sentido amada, deseada...eran tantos los años en los que había perdido todo atisbo de feminidad...
Raúl muy sibilinamente se había encargado de menoscabar la autoestima de María, era él el guapo, el apetecible, el cuarentón de incipientes cabellos canos al que miraban , ella sin duda alguna estaba para complacer y atender todas sus necesidades, para indicarle que ropa le quedaba mejor, incluso para indicarle cuando una mujer se le estaba insinuando.
 Así que la relación con Gonzalo vino a avivar sus entrañas, a sentirse mujer, digna de ser amada, susceptible de ser objeto sexual, no ya de nadie, sino de sí misma. Se sentía a gusto en su pellejo, empezó a verse guapa, deseable, se compro ropa mas sugerente, si ya cuidaba su alimentación a raíz de su enfermedad ahora vino a cuidar su cuerpo haciendo ejercicio, nadando y practicando taichi, recupero los pinceles perfilando sus ojos y sus labios, y acepto la claridad que irradiaba su rostro, recordó como era eso de sentirse mujer.
Con Raúl había tenido sexo, la había penetrado infinidad de veces, pero su alma no había sentido plenitud, sus orgasmos solo habían rozado el límite corporal, y María anhelaba, sin saberlo, sentir que seducían su alma.
Apenas sin darse cuenta, fue ella la que pinto con líneas insinuantes, trazos suaves a veces, enérgicos otras, intermitentes, contundentes, desproporcionados, trazos que invadían  la comisura de su ser, pinto con infinidad de colores en el lienzo de su alma los momentos sentidos y anhelados.
María se esperaba a sí misma.


Y en la espera fue descubriéndose...



2 comentarios:

esti dijo...

ay maja, como me enganchan estas historias!!! Ya me has vuelto a meter el "venenico"!!!

Pausa dijo...

:)