lunes, 20 de febrero de 2012

Melancolía, una vez mas


Curiosidades de la vida, recobro hoy un texto que escribí hace un año, y que  saco a la luz después de recordar mi paso por uno de los múltiples cursos con los que intento aplacar mis ganas de aprender, de conocer, un curso sobre las cualidades terapéuticas del sonido.
En este caso, soy consciente que a veces nos gusta regodearnos en emociones que nos llevan a sentirnos víctimas, solitarios, melancólicos...pero es que esta música, este hombre bien lo vale, aunque solo sean los minutos que dura esta cancioncica, Leonard Cohen.

21/03/2011
La música me transporta a mundos imaginarios en donde soy la protagonista  de amores imposibles, de amores rechazados, de soledad y nostalgia…
Y en cambio mi suerte la desean otros…¿serían capaces de soportarlo? Quizás….
Como me gusta Leonard Cohen….su voz….nostalgia, melancolía consciente y asumida…y mi cuerpo se estremece, estos acordes, estas melodías son…se me arremolina el alma y me elevo por encima de mis miserias y caigo a una velocidad infinita y vuelvo…y observo… y me vacio…y respiro…. y me alienta.
¿Cuál es mi verdad?  Soy clara….transparente… demasiado…
Para los depredadores, nosotros los incapaces, los tullidos, los locos…sobramos… no encajamos , estamos de mas, es una pérdida de tiempo y de dinero, … en fin…
Me doy cuenta que en otra época y en otro lugar  ya no estaría aquí…así que,  tengo suerte…estoy viviendo, ¡vivo!
Aunque también empiezo a ver hacia donde se dirige mi cuerpo, la vitalidad de la juventud ya no es la misma, ni la mente ni el cuerpo me acompañan… sufro cambios… dejo de ser la joven radiante y apetecible con la sangre caliente y a borbotones… ahora mi cuerpo , ya seco de sangre, se acostumbra a resolver males, y dolencias… a sentirlos y callar, a asumirlos como parte del proceso de la vida misma…
Y asumo con rebeldía…debatiéndome, luchando, negando y volviendo a aceptar.
Observo con envidia los cuerpos de las jóvenes, sus risas, sus  miradas ardientes, el color y la textura de la piel, sus movimientos, su vitalidad…
Y sé que me toca ya el papel de … ¿Cómo llamarlo? …. Matrona, como diría Thomas Man en su libro, 
" La Engañada."

Y ahora os dejo con esta maravilla, la voz sensual y rota de Cohen y los solos de todos los músicos, ¡impresionante! Se me erizan  hasta las entrañas, ¡una preciosidad!






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