domingo, 30 de septiembre de 2012

Que lejos...

Madre mía!!!
Qué puedo decir ante la bondad que estoy recibiendo, solo queda agradecer y agradecer eternamente. Hoy no miro el pasado, hoy quiero mirar atentamente este hoy que ya no lo es... y como sucede... y que doy... y que me dan...
 y me descubro, y descubro personas expresando sentimientos y emociones contenidas, que a veces por orgullo, y otras por el miedo, o por el amor mismo, ese amor que desborda, que no se cuenta, que se siente, son incapaces o reacias a mirar de frente, a mirar y ver amor en los ojos del que que tienen enfrente, que les cuesta mirar y sentir ese amor por temor a ser vulnerables...
Y me reconozco en esas miradas que evitan, y entiendo y comprendo que todos sentimos parecido y que nos das miedo ser vulnerables, pero la grandeza o la pequeñez cálida y entrañable de esos sentimientos me inunda el alma de una tonteríaaaaaaa....
Una tontería tal, que a veces y no todo lo que yo quisiera,  que bien pareciera asemejarme a Misino,  mi  gato,  cuando con ojos vidriosos y grandotes me mira arrastrando mi mano por su pequeña cabeza dándome lametones de agradecimiento.




Y por que hoy me apetece, y porque hoy debo este amor a los que quiero, a los que me acompañan en este viaje, a mis hijos, a mis padres, a mi hermana, a mis amig@s, a los que quise y a los que no quise tanto...jjajajajajja hoy me siento magnánima, escuchar esta canción, una preciosidad!!!


Va especialmente por mis hijos y todas esas pequeñas personas que nos acompañan y de las que aprendemos amor, entusiasmo, inocencia, alegría...

viernes, 21 de septiembre de 2012

Calendario de luna. Inflexión X


Accidentalmente, como suelen ocurrir estas cosas, cayó en manos de María la cartilla del banco que Raúl había perdido, y cual fue su sorpresa cuando comprobo que Raúl había pedido un préstamo personal.
El drama estaba por fin al descubierto, Raúl lloro, pidió disculpas y explico a María el infierno por el que estaba pasando, su adicción a las tragaperras lejos de haberlas olvidado durante su viaje, al volver las había cogido con mas ímpetu si cabe.
María esos días reflexiono mucho, y se sintió culpable, sintió que no había sabido estar al lado de Raúl, sintió todo la desidia que Raúl había padecido, y olvido por un momento que no quería estar ya con él, se lo debía, ahora tenía que apoyarlo mas que nunca, se sentía en deuda con él.
Entendió toda las salidas de madrugada...entendió la manera compulsiva de comer pipas...entendió sus escapadas nocturnas, entendió sus reuniones de diables, entendió su apatía por todo lo relacionado con los críos, con ella, con el trabajo...
María pidió ayuda; durante un año estuvieron en charlas de terapia, conjuntas, individuales y de grupo. María se dedico a llevar absolutamente todo lo relacionado con el dinero(eso que había delegado en Raúl),controlando hasta el último centavo que caía en manos de Raúl, incluso lo que necesitaba para tomar un café.
Promociono las salidas de Raúl con los diables, le dio un voto mas de confianza, pero sus fuerzas menguaban, atender a los niños, atender la intendencia de la casa, atender todo lo relacionado con la limpieza de la casa, las compras, la estabilidad de unos y de otros, la inquietud por acrecentar nuevas experiencias, las ganas de aprender cosas, la necesidad de ampliar horizontes...María se olvidaba de sus necesidades,  la carga era demasiada y Raúl era cada vez mas el hombre ausente.
Y ... María por fin decidió que ya no quería vivir mas así, siendo la reparadora de sueños rotos, de los sueños de Raúl, quería vivir sus propios sueños...

_Raúl, esto no puede continuar mas, estoy harta, nuestra relación ya no funciona, estas siempre fuera, te implicas lo mínimo con los críos, estas viviendo una segunda adolescencia, y yo me siento sola, tu dedicas tu tiempo libre als diables, ¿donde quedamos tus hijos y yo?
_Me estas diciendo que deje als diables?
_ No, te estoy pidiendo una parte de tu tiempo con nosotros
_ Yo no estoy dispuesto a dejar nada de lo que estoy haciendo...

María callo, pero abrió la puerta del coche y salio, esta vez no lo acompañaría, Raúl enfadado le grito y ella por fin le dijo lo que tantos y tantos años se había negado:

_Raúl quiero separarme
_Y...¿donde me meto yo ahora? Fue lo único que Raúl acertó a decir.

María había tomado una decisión y sabía que no había vuelta atrás.





domingo, 9 de septiembre de 2012

Calendario de Luna. Inflexión IX


En qué estrella estarás... cual es la cualidad del perro, su lealtad, es su esencia, su poder el corazón y su acción es amar. Es la lealtad la que te ata, o es el amor, o el lo mismo, y donde me sitúo yo. ¿Como puedo amarte en la distancia, sintiéndote, si, las palabras sobran, y sin tenerte te deseo toda la felicidad y libertad del mundo; mi corazón se rompe en mil pedazos. ¿como hago para ser libre? ¿Y si mi libertad es esta? Admitir y aceptar estas mis pequeñas y amadas cadenas?.
Y Yo, tierra roja, con la esencia de la sincronía, con el poder de la navegación, como hicieran mis antepasados, los quinquilleros, los nómadas modernos, y con la acción de evolucionar. ¿Cómo evoluciono? Rompo las ataduras y me sumerjo en la mas absoluta soledad, en el vacío mas aterrador y acogedor al mismo tiempo.
¿Cuales son las cosas que tengo que replantear en mi vida? la principal ahora es mi relación matrimonial. No me nutre, ni me llena y sin embargo siento una profunda ternura por mi pareja, un profundo agradecimiento por el amor recibido. Es difícil marcar un punto y final a alguien que utiliza como estrategia el victimismo, el pobre de mi. Pero siento que mi energía se esfuma, pierdo mi poder, me auto limito delante de estas estrategias. Y descubro que son las mismas estrategias y manipulaciones que yo utilizo.
¿Es esta mi sombra? Y  si soy consciente de ello...¿como hago para abrazar esta mi sombra, aceptarla, y reconciliarme conmigo misma? Dejo de ser víctima, ¿soy ahora verdugo? ?ejerzo de verdugo si decido decir y hacer lo que siento?
Bueno, supongo que este ahora es mi camino...hundida en las profundidades de mi ser, de mi mente y me siento minúscula, ridícula, insignificante, poco valiosa, sin rumbo, sin saber que pinto en la vida. No quiero ser abnegada esposa, cuidadora familiar, cocinera, fregona, limpia cristales, recoge pelotas, lavandera, planchadora, abastecedora de halagos sin sentido...
Me estoy consumiendo, incluso mi hijo se ha dado cuenta...
¿Porqué una y otra vez me siento extraña de esta realidad que me toca vivir?




María escribía una y otra vez, una y otra vez, una y mil veces mas...cuantos días fueron no lo supo, cuantos meses tampoco supo, lo cierto es que un día se dio cuenta que estaba escribiendo obsesivamente la misma historia que obsesivamente vivía una y otra vez.
María contemplo como Raúl se alejaba cada vez mas, y como ella también se buscaba en otros lugares y con otras gentes, en cursos y terapias, él  escapaba a otros lugares y con otras gentes, en grupos de ayuda en países menos desarrollados y en grupos de cultura popular.
En medio de este sin sentido Diego y Claudia crecían con la mirada atenta de María, y el hastío de Raúl.
María aprendió y puso en practica lo que aprendía con sus hijos , con Raúl, con los abuelos, con amigos.
Mientras tanto Raúl se sumía cada vez mas en la desidia de una vida que no le complacía...
Ese año, en el que María a pesar de todo seguía confiando y creyendo en Raúl, le propuso apuntarse en alguna organización no guvernamental, le propuso ampliar su currículum, le propuso ponerle en contacto con el grupo de una compañera del trabajo, un grupo de cultura popular, " els diables". Le propuso tantas y tantas cosas...quería recobrar al joven del que se había enamorado, quería ayudarlo a salir de esa monótona quotidianeidad en la que el tiempo nos sume después de tantos años juntos , quería avivar su mirada, asaltar su alma por sorpresa...pero Raúl ya no estaba, Raúl ansiaba otros reflejos, ansiaba otras latitudes, deseaba salir de la monotonía, pero no estaba dispuesto a perder nada de lo que hasta ahora tenía...
Raúl hizo un curso de instalador de aires acondicionados, aunque finalmente siguió con su trabajo monótono y aburrido sin mas expectativas que ser siendo la cotilla del jefe de la empresa y el repara tornillos de máquinas ya caducas.
Se puso en contacto con el grupo de diables, se integro en la dinámica del grupo, pero aún así algo le faltaba, o eso le hacía creer a María.
Ese verano antes de partir a Nicaragua,  Raúl y María invitaron a casa a los compañeros con los que viajaría, y los invito a la festa major de la ciudad, actuaba con su grupo de diables.
La noche se presentaba luminosa, las calles engalanadas y sedientas de alegría, los niños sonreían, los mayores se abrían a disfrutar de las fiestas, los amantes buscaban sus bocas, los ancianos recordaban la última vez que sus achacosos cuerpos dieron rienda suelta a sus ganas de vivir. Todos miraban los fuegos centelleantes de las horcas, las fauces del " bitxo" escupiendo fuego, luminosidad a raudales, solo se escuchaba el siseo de los petardos, las risas miedosas de los niños, y los tabales y gralles incitando a seguir el ritmo descoyuntando brazos y rodillas, aniquilando cualquier atisbo de ego...excepto el de Raúl... él se sintió el centro del universo...allí era observado, era el cargador del bitxo, era importante, era imprescindible, ¿quién si no podría hacer lo que él hacía? era el destinatario de halagos y elogios...
Mientras María se encargaba de Diego y de Claudia. Los siguieron por un rato hasta que Claudia reclamó un poco de agua, el olor a pólvora se le había incrustado en el paladar, necesitaba aclararse la boca y decidieron salir en busca de una fuente, o de un bar donde comprar un botellín de agua.  En un momento de confusión se perdieron, y a la vuelta, la actuación había finalizado, por mas que María lo llamo para saber si cenarían juntos en algún bar, o parada ( es lo que se suele hacer durante las fiestas) Raúl no cogió el teléfono.
Esa noche apareció en casa tarde, muy tarde, y no pudo explicar a María...se había olvidado...
_ No oí el teléfono! Se me olvido que estabais conmigo! La fiesta acabo tarde!...
 María se sintió enojada pero también se sentía culpable, sabía que él necesitaba avivar sus ganas, y ella no podía hacerlo, ya no lo quería como antes, la pasión había muerto. María soporto una vez mas la situación.
Ese verano Raúl se fue a Nicaragua, disfruto y olvido, bailo y olvido, voló y olvido, camino y olvido, volvió y olvido,...mientras María y los niños disfrutaron de unos días  en la montaña, ella  ansiando que su vuelta fuera real, los niños ansiando las explicaciones de lo que su padre allí había vivido.
La realidad fue otra...María, Diego y Claudia bajaron de la montaña, cogieron el coche en busca de su padre, querían recibirlo en el aeropuerto, tardaron tres horas en llegar, la pequeña paso el trayecto vomitando, Diego cantando de felicidad por el reencuentro con su aventurero padre. El avión no tardo en llegar aunque la espera fue mas larga, esas cosas de las aduanas... y ...allí estaba....Raúl apareció mas negro que los mismos negros, brillo en los ojos y radiante de felicidad, pero había algo en su semblante que a María la dejo perpleja, una especie de inquietud, algo parecido a lo que pudiera sentir una raposa enjaulada...
Ni siquiera se despidió de los compañeros con los que había compartido este trabajo-vacaciones alternativas, cogió de la mano a María y de un tirón suave pero contundente la arrastro hacia la terminal buscando la salida. Los niños lo seguían cual grumetes persiguen al capitán de un barco pirata.
Era tarde, llegaba cansado.
Los niños tendrían que esperar a mañana para saber las aventuras y desventuras de su padre en ese inhóspito país del cual nada sabían y del que esperaban las sorpresas vividas por su padre para vivirlas ellos también a través de su palabra.
La mañana se presento aciaga para María...La perplejidad iba haciendo mella en ella cuando Raúl le dijo que se iba a reunir con los compañeros de viaje, para compartir las fotos.
Raúl obvio el interés de sus hijos, no volvió hasta la tarde noche. Los grumetes sintieron que su capitán los había abandonado en el barco pirata, y que navegaban a la deriva en un mar en tinieblas y sin rumbo...